5 películas de terror japonesas

Hablemos de terror. Es bien sabido que en las islas niponas siempre han sido fanáticos de las historias de miedo, desde sus leyendas y mitología llena de yokais y espíritus, las obras de teatro Noh y Kabuki desde el siglo XIV y actualmente el cine y los videojuegos.

Su terror es muy distinto al concepto de terror occidental, pues mientras los norteamericanos coronan el genero con asesinos en serie que dan sustos y acaban uno a uno con los protagonistas, los nipones trabajan con entes fuera de la comprensión humana, con lo perturbador y la paranoia. Por supuesto hay excepciones en los mundos, fue justamente la explotación de sagas del slasher como Pesadilla en Elm Street, Viernes 13 o Halloween las que desgastaron al publico occidental, que recibieron con los brazos abiertos obras como The Ring o Ju-On; la Maldición, debido a su originalidad.

Si eres de esas personas que les gusta pasar miedo y no ha salido del cine occidental o de remakes americanizados, esta lista recomienda cinco obras para iniciarse en el terror japonés. No siguen un orden concreto ni tienen porque ser las mejores, pero si son representativas y obras muy bien trabajadas, además de variadas para complacer a cualquier persona.

Ringu (1998)

Koji Suzuki escribió en el año 1991 la novela Ringu, una historia de misterio donde un reportero de investigación investiga extrañas desapariciones y muertes en la ciudad de Tokio para seguir los pasos de una leyenda urbana sobre una cinta de video que mata a toda persona que la vea en una semana. La historia se basa en una anterior historia de fantasmas del periodo llamada «Banchō Sarayashiki (La casa del plato en Banchō)» donde una sirvienta de una mansión llamada Okiku se suicida ahogándose en el pozo de la finca por el maltrato de su señor para volver cada noche como un espíritu vengativo.

Fue en 1998 cuando Hideo Nakata, un cineasta que apenas había trabajado en un par de obras decidió llevar la novela a la gran pantalla, creando sin ser consciente de ello una de las películas más taquilleras de Japón en su momento y una obra que sirvió de pistoletazo de salida para las películas de horror japonés (J-horror) en todo el mundo. Poco tardó Estados Unidos en adaptarla con la película de 2002 The Ring de Gore Verbinski. Esto supuso un soplo de aire fresco de las explotadas cintas de slasher que habían cansado al publico general con las predecibles tramas y haciendo que su protagonista; Sadako (Samara en la versión de EEUU) sea un personaje clásico del terror como Freddy Krueger o Jason Voorhees.

Actualmente hay 6 novelas de la saga, 9 películas japonesas y 3 americanas, series de televisión y videojuegos y sin duda, Sadako, la fantasma de la obra es una de las yurei más conocidas y populares del cine, por no decir el arquetipo de fantasma japonés; una mujer de largos cabellos negros, vestido blanco y sed de sangre sin fin.

Ringu, de Hideo Nakata. Derechos de Kadokawa Shoten y Omega Project.

Ju-On: The Grudge (2002)

Takashi Shimizu era otro director que inició sus proyectos en los años 90 con un par de obras directas a video que decidió realizar dos cortos de terror en 1998 llamados Katasumi y 4444444444. Aunque duran 3 minutos, estos fueron la inspiración de los dos personajes que le lanzarían al estrellato; Kayako y Toshio, la madre e hijo que habitan la casa maldita de Ju-On. Dirigió Ju-On y una secuela en el año 2000 directas a video y fue tal su éxito que en 2002 hizo una versión para cines llamado Ju-On: the Grudge.

Japón aún estaba saboreando la película de Ringu pero tenia hambre de más historias de terror y esta fue la obra que fue aclamada por los críticos y los medios, junto con el publico asiático, ofreciendo la secuela para el cine en el 2003. América también quería una versión de Ju-On y el mismo Shimizu la dirigió bajo el nombre de The Grudge en 2004, incluso con los mismos actores de Kayako y Toshio en la versión americana y su secuela dos años después.

La franquicia cuenta con 9 películas japonesas en total y 4 remakes americanos, además de una serie de seis capítulos llamada JU-ON: Origins estrenada en Netflix en el año 2020. La saga también se llevo a la WII en forma de videojuego y fue parodiada en Scary Movie 4.

Ju-on: The Grudge de Takashi Shimizu. Derechos de Oz Company.

Noroi: The Curse (2005)

El falso documental ha sido uno de los subgéneros del cine de terror más llamativos de las últimas décadas, desde El proyecto de la bruja de Blair que popularizó esta forma viral de hacer cine, la polémica Holocausto Caníbal o la obra española [REC]. Japón también aportó su granito de arena a este subgénero con Noroi: The Curse, dirigida por Kôji Shiraishi, otro de los titanes del terror japonés.

Lejos de seguir los estándares del guión convencional, este falso documental cuenta con más de 25 personajes y casi dos horas de metraje que buscan poner en tensión al espectador mientras ofrece la información muy poco a poco, hasta alcanzar un clímax sorprendente. A diferencia de las obras anunciadas antes, Noroi no llegó a popularizarse fuera de Japón, ni a tener un remake como las otras, siendo aun siendo considerada una obra maestra para los fans del terror en general. Tras su éxito, Shiraishi dirigió Kuchisake-onna, la mujer con la boca cortada.

Junto a Ringu, expone uno de los temas más recurrentes de Japón en el terror cinematográfico, la tecnofobia, o el miedo a las nuevas tecnologías. Obras más representativas son Pulse, tratando a internet como fuente de una maldición o Tetsuo: The Iron Man, que se acerca más a la ciencia ficción pero con grotescas imágenes de transformación corporal.

Noroi de Kôji Shiraishi. Derechos de Xanadeux.

Kuroneko (1968)

El terror siempre ha gustado a los nipones y el cine fue uno de sus mejores pasatiempos desde los años 40 y 50. Kurosawa ofreció numerosas películas de samuráis, Godzilla nació en el 54 y no ha parado de tener nuevas películas desde entonces y por supuesto, el terror tiene un hueco con Kuroneko, dirigida por Kaneto Shindō en 1968. Aunque en esta época la mayoría de películas ya eran en color, esta se conserva en blanco y negro, dando así muchos planos muy potentes al poder jugar con las sombras de mejor forma.

Ambientada en el periodo Heian y siendo así la película de terror clásica en todos los sentidos, dos mujeres son violadas y asesinadas por un grupo de despreciables samuráis. Poco después esas mujeres volverán para vengarse de aquellos salvajes que acabaron con sus vidas uno a uno. Es una obra que habla de amor, de lealtad y de violencia que se estrenó el mismo año que La Semilla del Diablo en occidente.

Hay otras películas de terror antiguas a tener en cuenta como Onibaba, del mismo director en 1964, la antología de terror Kwaidan de 1965, Jigoku de 1960 o la surrealista House de 1977, pero aquí recomendamos la más icónica de la época, sin desmerecer las otras obras.

Kuroneko de Kaneto Shindô. Derechos de Toho.

Audition (1999)

Audition es obra del prestigioso director Takashi Miike que ha dirigido más de 60 películas de distintos géneros y temas. Esta película engaña al espectador, pues comienza como una comedia romántica sobre un director de cine soltero que hace un falso casting para buscar una esposa ideal, pero lo que inicia de una forma apacible, con el paso de los minutos degenera rápidamente en una espiral de paranoia hasta llegar a un final truculento y despiadado.

Esta obra es grotesca y explicita en momentos puntuales. Aunque esto es común en el cine estadounidense en obras como La Matanza de Texas, Japón realizó en la década de los 80 falso cine Snuff (cine donde se simula la tortura y muerte de una persona) y obras de prestigio como Ichi the Killer (del mismo director) y Battle Royale mostraban escenas de casquería más o menos perturbadoras. Incluso Audition influyó al cine occidental como a Eli Roth y su película Hostel, donde el director japonés hace un cameo.

Miike tiene otras películas de terror recomendables como la franquicia de Llamada Perdida, Gozu, Visitor Q o La felicidad de los Katakuri. Cualquiera de estos films son una opción igual de acertada que Audition, aunque aquí hemos dejado recomendada una de sus obras maestras.

Audition de Takashi Miike. Derechos de Omega Project.

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